Published for the first time at http://atraso-progreso.blogspot.mx/ and http://robpatron.wordpress.com/ on June, 10, 2013
Cuando se indagan, analizan y comparan entre sí las diferencias que hay entre la gente, sea a nivel individual o colectivo, que ha alcanzado los niveles más bajos de progreso y la que ha alcanzado los más altos, hay muchos resultados que pueden ser muy interesantes para quienquiera que atribuye la importancia que las causas del atraso y el progreso tienen y merecen. Uno de esos resultados que más llaman mi atención, es el del hecho de que los puntos de vista de una y otra parte comparadas suelen ser relativamente contrarios entre sí. Lo cual es muy importante, no solo porque de ello resultan tales estados contrarios, sino también los serios problemas de entendimiento que normalmente hay entre unas partes y las otras. Y también porque el estar conscientes de tales extremas diferencias de conceptuación, puede ser una útil herramienta heurística cada vez que, sea cual sea nuestro grado de progreso, tratamos de saber cómo podríamos ascender a un grado en tal sentido relativamente contrario al que en un tiempo dado ya hemos alcanzado.
Es fácil poner a prueba la utilidad o eficacia heurística de lo que acabo de escribir, cuando se trata de pensar en lo contrario de un estado de atraso cuyo contrario estado de progreso ya existe y está ya al alcance de nuestro conocimiento; como, por ejemplo, cuando pensamos en ello a partir de la manera en que una persona financieramente poco adelantada considera la posibilidad de hacer una inversión en algo en lo que nadie ha invertido antes (o, dicho de una manera mucho más general, tomar cualquier camino que nadie antes ha tomado, en cualquier ámbito de la vida). En un caso como este, esa persona normalmente pensará que no debe arriesgarse a invertir sino en lo que ya se ha probado, y suficientemente, como redituable; y con base en ello y en la guía de investigación arriba sugerida, podemos fácilmente llegar a la conclusión de que si esa persona quiere hacer un progreso realmente notable, deberá probar a mirar dicha posibilidad exactamente del modo contrario; es decir, deberá pensar que lo que tiene que hacer es precisamente lo contrario de eso, es decir, invertir en algo en lo que nadie nunca haya invertido antes. Y así, fácilmente, muy probablemente habrá encontrado el camino hacia un grado de progreso cuya superioridad sea tan grande sobre el inicial, que pueda considerarse contrario de éste. (No necesariamente se encuentra ese camino hacia un mucho mayor progreso en cualquiera de estas pruebas, pues normalmente no todo lo que piensa o hace una persona en un grado de relativo poco progreso es lo típico de ese nivel.)
Por supuesto, para que esto sea posible, la persona debe primeramente estar consciente de que su grado de progreso es comparativamente bajo, o no es el más alto, dentro del lugar (la empresa, ciudad o país, por ejemplo) en el que trabaja. Y después de aplicar tal regla y llegar a tal conocimiento, para concretar ese paso a un grado de progreso considerablemente más elevado, debe estar dispuesta a seguir el camino encontrado, que en todos los casos será menos fácil, o más difícil, que el inicial.
Otra cosa algo distinta ocurre si se trata de aplicar este procedimiento de investigación a un caso en que el grado de progreso alcanzado está entre los más altos conocidos por el ser humano en un tiempo dado. En el caso más arriba mencionado, puede encontrarse fácilmente una confirmación de la eficacia de esta técnica, con tanta más facilidad cuanto menor es el progreso del individuo o colectividad; mientras que en otro caso en el que ya se ha alcanzado el más alto grado de progreso conocido, la única forma de probar si ello conduce a un grado de progreso tan superior que pueda considerarse relativamente contrario al anterior, es poniendo a prueba acciones que nunca ha puesto nadie a prueba, o de cuyas pruebas nunca uno ha sabido.
En muchos de estos casos realmente es posible imaginar una forma relativamente contraria de hacer las cosas hacia un progreso mucho mayor, y es de hecho ésta la manera en la que principalmente progresa el mundo. Sin embargo, es en tales niveles donde más difícil resulta hacer progresos de grados tan altos, es decir, de grados de progreso de tal magnitud que los progresos inmediatamente precedentes constituyan estados de comparativamente notable atraso. En muchos ámbitos de progreso máximo alcanzado, es prácticamente imposible realizar determinados progresos revolucionarios, o "progresos contrarios" como los llamo de una manera más general aplicable incluso a los progresos de este tipo hechos por cualquier individuo que tienen poca influencia en su entorno, en la sociedad en que se encuentra o en su medio ambiente. Esto se debe a que en muchos de estos casos no todos los factores necesarios para que ese cambio se realice dependen de un solo individuo o colectividad (empresa o país, por ejemplo), sino también de progresos dependientes de otras partes, que no pueden realizarse todavía ni en un futuro relativamente próximo.
Sin embargo, ello no obsta a que, con base en el análisis de los progresos realizados por la Humanidad desde muy antiguo, podamos conocer en lo esencial el camino hacia cualquier progreso, pequeño o ingente y en cualquier ámbito, de tal modo que podamos orientar consciente, metódica y sistemáticamente nuestros esfuerzos individuales y colectivos en la dirección más apropiada, o la apropiada, para su más rápido alcance.